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Las manos muestran el paso del tiempo antes que cualquier otra parte del cuerpo, y esto es porque las exponemos a agresiones de forma constante, y no siempre les brindamos el cuidado que necesitan.
Es bastante frecuente que en el gabinete recibas consultas sobre tratamientos antiedad para el rostro, cuello y escote, mientras que los tratamientos para las manos pasan a un segundo plano por completo.
Es entonces que tu papel resulta fundamental, ya que debes explicar a la clienta que de nada sirve tener un rostro que parezca de 10 años menos, si posee las manos de una mujer mayor.
Con el paso del tiempo la piel de las manos se atrofia por lo que se torna más laxa, deshidratada y fina, y por ello se notan mucho más los huesos, venas y ligamentos. Lo que sumado a las manchas del sol y la edad, hace que se vean muy avejentadas.
A partir de los 40 años este proceso de envejecimiento se incrementa de forma paulatina, el dorso de las manos comienza a verse algo deteriorado, y si no se hace nada al respecto, el daño puede avanzar rápidamente.
A esto hay que sumar el accionar de los factores externos, no olvidemos que el dorso de las manos está expuesto a cambios climáticos y agresiones de agentes externos (sobre todo jabones y detergentes), que ocasionan lesiones superficiales como deshidratación, manchas, lentigos, falta de elasticidad, etc.
Cuando las agresiones son muy severas se puede evidenciar una atrofia del tejido subdérmico, lo que le otorga a las manos una apariencia sumamente envejecida y esquelética.
Los tratamientos para las manos disponibles en gabinete de estética son una combinación de técnicas que van desde las cosmetológicas a las que implican aparatología, pero en los casos más avanzados es necesario el accionar conjunto con un médico esteticista ya que se requiere de la aplicación de sustancias de relleno.
De esta manera es posible eliminar las manchas, recuperar la hidratación y el volumen de la piel, mejorar su textura y elasticidad.
La elección del protocolo de trabajo depende del grado de envejecimiento que presenten las manos de la paciente.
Cuándo recomendar un tratamiento para las manos
- Si la piel se ve delgada y con signos de envejecimiento prematuro como arrugas superficiales, sequedad, falta de tono.
- Cuando se evidencian manchas producidas por fotoenvejecimiento.
- Si la paciente presenta venas y tendones visibles debido a una notable pérdida de volumen de la piel
- En los casos en los que el tono y el color de la piel no son normales.
Tratamientos de rejuvenecimiento de manos:
Fotorrejuvenecimiento con IPL (Luz Pulsada Intensa)
Se la emplea para quitar las manchas del dorso de las manos de forma permanentemente, generalmente el resultado se evidencia pasadas una a tres sesiones, rara vez se necesitan más.
Peelings
Este puede ser mediante microdermoabrasión o con ácidos específicos. Lo que se busca conseguir es atenuar las manchas y a su vez estimular la producción de nuevas células dérmicas con el fin de recuperar mayor turgencia y luminosidad.
Corriente galvánica
Mediante esta corriente es posible conseguir cambios positivos en el tejido tratado:
- Aumenta el flujo sanguíneo de la zona por lo que se incrementa la oxigenación y nutrición de la piel
- Facilita la penetración de principios activos a través de la membrana celular.
- Mejora el estado de la piel ya que estimula el metabolismo del tejido y favorece la regeneración celular.
La iontoforesis, que hace uso de corriente galvánica, es muy empleada para el tratamiento de las manos ya que es sumamente eficaz para penetrar activos y conseguir resultados inmediatos.
Para mejorar la flacidez conviene emplear productos con ácido hialurónico, estos realizan un efecto de rellenado de las zonas carentes de volumen, lo que como consecuencia tensa el tejido.
En los casos de rejuvenecimiento se emplean productos para iontoforesis que posean fosfatasa alcalina negativa ya que combaten de forma muy efectiva la deshidratación y desvitalización de la piel.
Hidratación con ácido hialurónico
Un tratamiento cosmético realizado post exfoliación de la piel. Consiste en la nutrición del tejido mediante productos ricos en ácido hialurónico.
Este puede ser aplicado mediante mascarillas o con electroporación, la elección de una u otra técnica depende del tipo de producto empleado.
Rellenos con ácido hialuronico
Los casos más severos de envejecimiento de las manos que no pueden ser solucionados con tratamientos no invasivos, requieren de intervención médica.
Estos rellenos se realizan con el fin de contrarrestar la pérdida de grasa bajo la piel. Al actuar como una especie de esponja, el ácido hialuronico atrae las moléculas de agua presentes en el tejido rellenándolo de forma inmediata.
Gracias a la recuperación del volumen perdido, la piel obtiene mayor soporte y se reduce la flacidez. En algunos casos, el medico inyecta pequeñas dosis de producto en los tendones para eliminar la apariencia esquelética de las manos.
Lipotransferencia de grasa
Otra técnica de medicina estética destinada a mejorar la apariencia de las manos. Básicamente inyecta grasa tomada previamente de los muslos o el abdomen, en la cara dorsal de las manos para que se vean más turgentes y joviales.
Cabe destacar que todos estos tratamientos requieren de ayuda cosmética en gabinete y en el domicilio de la paciente.
La piel de las manos responde mucho mejor a los tratamientos si se mantiene hidratada y protegida constantemente, para ello:
Una excelente opción son las mascarillas de parafina para las manos, devuelven la tersura a la piel debido a sus propiedades hidratantes, y a su vez pueden ser empleadas como máscaras oclusivas que favorecen la penetración de activos presentes en cremas o serums.
En el cuidado en domicilio debes indicar a tu paciente una correcta higiene de sus manos con agua templada y con jabones hidratantes (lo menos detersivos posible), el uso constante de cremas para manos (o bien aceite de coco u oliva orgánicos), una exfoliación suave semanal y que use siempre guantes al momento de manipular agentes de limpieza.
Por otro lado la protección solar constante es indispensable, sobre todo cuando la piel de las manos fue sometida a tratamientos despigmentantes con peelings con ácidos o con luz pulsada intensa.