Cómo Aprender a Realizar Tratamientos de Tejido Subcutáneo

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Aprender a realizar tratamientos para el tejido subcutáneo es esencial para toda esteticista. En este post te doy información detallada que te será de mucha utilidad a la hora de ponerte a trabajar.

Pero comencemos por lo básico…

¿Qué es el tejido subcutáneo?

El tejido está compuesto por: Epidermis, Dermis e Hipodermis o Tejido subcutáneo.

Epidermis

Es el estrato superficial de la piel, tiene poco espesor pero es muy resistente. Está formada por células anucleadas llamadas queratinocitos que cumplen la función de ser los ladrillos que erigen el tejido, los cuales se encuentran adheridos gracias a un cemento que se denomina envoltura cornificada (mezcla de lípidos y proteínas).

La epidermis funciona de aislante del organismo y no permite que nada pase desde afuera hacia adentro, y a su vez evita la pérdida descontrolada de líquidos (sudor).

En esta capa también encontramos a los melanocitos, células responsables de la producción de melalina (lo que da el color a la piel), a su vez reciben y transmiten señales al sistema nervioso a modo de defensa inmunológica de la piel.

Dermis

Es la capa que sigue a la epidermis. Está constituida por tejido conectivo laxo conformado a su vez por estructuras celulares fijas (fibroblastos), proteínas fibrosas (colágeno y elastina), sustancia fundamental amorfa (agua, mucopolisacáridos, sales y glicoproteínas) y estructuras celulares migratorias (linfocitos, plasmocitos y leucocitos).

La dermis recibe irrigación por vasos sanguíneos y linfáticos, así como también posee terminaciones nerviosas, en ella también se encuentran el bulbo piloso y las glándulas sudoríparas.

Hipodermis o tejido subcutáneo

Es el último estrato de la piel, se conoce también como fascia superficialis. Se conforma por tejido conjuntivo laxo formado a su vez por lóbulos de tejido graso que están limitados por tabiques de fibras colágenas finas perpendiculares a la superficie, algunas pocas fibras elásticas, vasos sanguíneos y linfáticos.

La principal función del tejido subcutáneo es la de ser reservorio de grasa, sus adipocitos son los responsables de la producción y el almacenamiento de los lípidos, resultan indispensables para el funcionamiento de todo el organismo.

El tejido subcutáneo también tiene la propiedad de amortiguación que protege contra los impactos, ayuda a mantener la temperatura corporal y sirve de apoyo a otras estructuras. Representa entre el 15 y el 30% del peso de la masa corporal.

tejido subcutáneo

El tejido subcutáneo se divide en dos regiones:

Grasa areolar

Es la que se encuentra entre la fascia superficialis y la dermis; además es la responsable de la aparición de la celulitis.

El volumen de la grasa areolar varía con el peso y cuando se desarrolla la celulitis, ya que se acumulan líquidos y toxinas en el tejido conectivo.

Grasa profunda

Es la adiposidad que se encuentra entre la fascia superficialis y la fascia muscular. Su aumento desmesurado es el que ocasiona los cúmulos de grasa localizados, también conocidos como lipodistrofia.

A diferencia de la anterior, la grasa profunda no varía sustancialmente con los cambios de peso.

La adiposidad localizada

Se denomina adiposidad localizada al cúmulo de tejido subcutáneo graso que se localiza en determinadas zonas y resulta muy difícil de reducir, generando alteraciones en el contorno del cuerpo.

Hay dos tipos de adiposidad localizada:

Primaria:

Está ligada al desarrollo hormonal, en la mayoría de los casos es hereditaria. Afecta la silueta, y no siempre tiene relación con el peso corporal.

Los sitios en donde comúnmente aparece son en el interior de los muslos, caderas, región del clásico pantalón de montar y en la cara interna de las rodillas. No suele modificarse con dietas y ejercicio.

Secundaria:

Tiene una fuerte relación con los malos hábitos alimentarios y el sedentarismo. Aumenta cuando el peso corporal también lo hace, es la que se localiza en el abdomen, los flancos, pliegue torácico, brazos, papada, y mamas. Este tipo de adiposidad sí suele responder muy bien a dietas y ejercicios.

adiposidad localizada

La celulitis

La celulitis, cuyo nombre científico es edematose-fibrosclerotica panniculopatia, es un trastorno del tejido subcutáneo. Consiste en la acumulación de tejido adiposo en forma de nódulos de grasa, agua y toxinas, que se localizan en la parte inferior del cuerpo.

Requiere de tratamientos personalizados ya que hay diferentes tipos y grados de la afección,  una misma paciente puede presentar varios de ellos.

Tipos de celulitis

Celulitis blanda

La piel tiene aspecto ondulado, se siente blanda al tacto y está siempre acompañada de flacidez. Se localiza en la parte superior de las piernas, abdomen y/o brazos, es identificable porque se mueve al andar o con los cambios de postura.

Está muy relacionada con el exceso de adiposidad, flacidez, hipotonía muscular y mala circulación. Los tratamientos indicados son presoterapia para mejorar el retorno venoso, ultrasonido, radiofrecuencia y electro estimulación. Es necesario drenar, eliminar grasas y reafirmar.

Para quitarla también es importante que la paciente haga actividad física aeróbica y de tonificación, a la vez de seguir una alimentación adecuada.

Celulitis dura

Tiene consistencia dura al tacto. Se notan los hoyuelos de la piel de naranja, se localiza en las caderas, parte externa de los muslos y cara interna de las rodillas.

Está muy relacionada con el componente genético y hormonal.

El tratamiento de este tipo de celulitis debe apuntar a despegar la adiposidad dura, se puede emplear vacunoterapia y masajes, iontoforesis con principios activos anticelulíticos, radiofrecuencia para mejorar la piel y drenajes linfáticos para eliminar toxinas.

Celulitis edematosa

La piel tiene aspecto acolchonado, se localiza en las piernas, muslos y rodillas, aunque en algunos casos suele aparecer en la parte inferior de las piernas y los tobillos. Al presionar con el dedo la piel, queda un hueco visible por algunos segundos.

La causa de su aparición es la retención de líquidos y los problemas circulatorios, suele ir acompañada por insuficiencia venosa.

El tratamiento debe enfocarse a eliminar la retención de líquidos y toxinas estimulando el retorno venoso. Se recomienda drenaje linfático manual o presoterapia; la crioterapia y el velashape tambien dan buenos resultados.

Criolipolisis - Onda de Choque Radial - Demostración Cryo Cool Med + Adipo Wave - - (Castellano)

Tratamientos del tejido subcutáneo contra la adiposidad localizada y/o celulitis:

  • Ultracavitación:

Crea microburbujas mediante ondas de alta frecuencia que hacen implosionar a las células adiposas libreando su contenido al torrente sanguíneo, el cual posteriormente es excretado por el sistema linfático, orina y heces.

  • Radiofrecuencia multifrecuencial:

Este tratamiento fomenta el desarrollo de nuevo colágeno y elastina mediante un calentamiento profundo de la piel.

Este efecto termógenico ayuda a mejorar la circulación de la zona, fomenta la degradación del tejido adiposo y estimula el drenaje de fluidos acumulados y de toxinas (ideal para casos de celulitis edematosa).

  • CoolSculpting:

Elimina de forma selectiva las grasas mediante la criolipólisis. El tratamiento enfría de forma controlada las células grasas y destruye los adipocitos con ondas de choque sin generar lesiones tisulares o en la piel.

  •  VelaShape III:

Uno de los más novedosos tratamientos para la remodelación corporal, se utiliza tanto para la adiposidad localizada como para la celulitis. Reduce un promedio de 3 a 5 centímetros al finalizar las aplicaciones correspondientes.

El Velashape III emplea tecnología de luz infrarroja, radiofrecuencia, masaje de rodillos y vacum. El cabezal aplicador succiona la región el tejido a tratar para acercarlo a la luz infrarroja que le da calor, y posteriormente la radiofrecuencia bipolar aumenta la temperatura de la zona atacando los depósitos grasos, lo que estimula la lipólisis y el drenaje linfático.

Generalmente se recomienda una sesión semanal.

  • Iontoforesis:

Mediante la aplicación de corriente galvánica se altera la permeabilidad de la membrana celular y se introducen sustancias lipoliticas al tejido. La iontoforesis fomenta la degradación adiposa, ayuda a eliminar líquidos y toxinas.

Es un tratamiento indicado para adiposidad localizada como para celulitis.

  • Ultrasonido de alta potencia:

Trabaja a nivel del tejido adiposo, pero también es muy efectivo como tratamiento post-quirúrgicos, flacidez y estrías.

El ultrasonido de alta potencia transmite energía ultrasónica a las células adiposas sin lesionar vasos y los tejidos subyacentes. Genera la ruptura selectiva de los adipocitos a una profundidad de aproximadamente 1,5cm.

Solo basta emplear gel neutro para pasar el cabezal y tener especial cuidado con los rebordes óseos prominentes (puede generar dolor en los huesos). Para completar el tratamiento es recomendable culminar con un drenaje linfático para favorecer la eliminación de los lípidos desprendidos durante la aplicación.

Como puedes ver existen muchas patologías asociadas con el tejido subcutáneo, las consultas son en extremo frecuentes. Por esta razón es crucial que incorpores tratamientos específicos en tu gabinete, así como también tienes que contar con productos de gabinete y de uso domiciliario indicados tanto para adiposidad como para celulitis.

 

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