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En el universo de la belleza, como todo con lo que no es exacto en esta vida, se tejen incontables mitos y verdades de la estética corporal que pasan de persona a persona por el boca a boca sin que la mayoría se detenga a pensar, ni analizar su veracidad.
En este artículo vamos a intentar echar luz sobre los mitos más comunes que se dicen sobre diversos tratamientos estéticos, como también dar credibilidad a las verdades que muchos consideran falacias.
Mitos y verdades de la estética corporal
Las estrías
Existe mucha especulación sobre este problema tan frecuente, sobretodo en mujeres. Y lo lamentable es que debido a la falta de información fidedigna, muchas personas no acuden a consulta a tiempo para resolver su problema y van cuando ya es demasiado tarde.
Las estrías NO SE BORRAN: Mitad cierto mitad falacia. Las estrías si pueden tratarse de forma efectiva y conseguir su eliminación en un 80% cuando aún tienen vascularización, o sea, son de color rojo sanguíneo y no se ha formado el tejido fibroso cicatricial.
Es importante acudir a consulta apenas se percibe la aparición de las estrías, esto es para acelerar su curación y a la vez impedir la aparición de nuevas lesiones.
Ya cuando las estrías se han tornado blancas o nacaradas, lo único que queda por hacer es disminuir su visibilidad mediante tratamientos exfoliativos como la punta de diamante o ácidos, y mejorar la tonicidad de la piel con terapias que estimulen la producción de colágeno.
La celulitis
La celulitis se elimina por completo: Mito, la celulitis o PEFE no se puede eliminar por completo, ya que es una enfermedad crónica causada por una multiplicidad de factores como alteraciones hormonales, malos hábitos alimenticios, ejercicio de alto impacto, flacidez, trastornos circulatorios, etc.
Cuando el problema es tomado a tiempo (existen grados diversos de la afección), es posible controlarla y revertir notablemente el proceso de la alteración, pero nunca eliminarla por completo.
La persona debe realizar un tratamiento anticelulítico completo y posteriores sesiones de mantenimiento. Como también modificar los hábitos de vida perjudiciales, cuidar su alimentación, controlar el sistema circulatorio, etc.
Los tratamientos de estética y la edad
Los tratamientos estéticos se deben realizar a partir de determinada edad: Mito. Muchos tratamientos estéticos, sobretodo los destinados a frenar el avance del paso del tiempo, son de gran utilidad cuando se los comienza en la juventud, ya que ayudan a retrasar la aparición de los signos de la edad.
Una piel que ha recibido cuidados desde la juventud, va a mostrar signos del paso del tiempo mucho más tarde que una que recién fue atendida pasados los 30 y pico de años.
Recordemos que el proceso de envejecimiento comienza a partir de los 25 años, si bien a esa altura es imperceptible a la vista, las células van deteriorándose lentamente.
Tratamientos reductores
Muchos tratamientos reductores eliminan hasta 5 cm de contorno por sesión: Mito, ningún tratamiento estético va a quitar toda esa cantidad de adiposidad con una aplicación.
Para conseguir una reducción óptima la persona debe realizarse como mínimo 3 sesiones completas en tiempo y forma, para poder ver los resultados.
Cabe destacar que el número de aplicaciones de un tratamiento varía de acuerdo a la técnica empleada. Por ejemplo la criolipólisis requiere de menos sesiones que la ultracavitación.
Drenaje linfático manual vs presoterapia
El drenaje linfático manual es mejor que la presoterapia: Verdadero, pero con consideraciones.
Si bien el DLM presenta muchas ventajas por sobre la presoterapia, también pueden considerarse como técnicas complementarias.
Con un drenaje manual es posible acceder a zonas que con presoterapia sería imposible, además el tacto permite al especialista el notar zonas que requieren de un trabajo más puntual para poder drenarse.
Por otra parte, las maniobras de DLM manual son muy suaves y con nula presión, por lo que resultan apropiadas para personas con fragilidad o algún tipo de trastorno que no soportarían la intensidad de las botas neumáticas.
Adiposidad localizada
La adiposidad localizada no se quita con dieta ni ejercicios: Verdadero.
Los cúmulos de grasa localizados no tienden a responder a dietas ni ejercicios. Una persona puede encontrarse en su peso óptimo y estar en buena forma, pero aún así poseer grasa localizada en determinadas partes de su cuerpo.
La única manera de quitar la adiposidad localizada es mediante tratamientos estéticos indicados para cada caso en cuestión.
En el gabinete se pueden emplear una multitud de técnicas reductoras como la criolipólisis, ultracavitación, lipoláser, masajes reductores, etc.
El láser y la luz pulsada en la depilación
El láser es mejor que la luz pulsada: Ni falso ni verdadero.
Esto es porque la elección de una u otra tecnología dependen del problema a tratar y de las características del paciente.
Por ejemplo, la depilación con IPL es idónea para pieles claras con vello castaño, y no así para una persona morena de pelo negro, a la que le va mejor el láser Alejandrita.
La que sí es una afirmación falsa es la que estipula que el vello desaparece para siempre con la depilación mediante láser o IPL.
No existe la depilación DEFINITIVA, este es un término implementado por cuestiones de marketing pero no es real.
Cuando se realizan sesiones de depilación con láser o IPL el paciente no tiene vello por un periodo de tiempo que varía entre los 3 a 5 años, y pasado este tiempo vuelve a crecer en menor medida y mucho más fino y fácil de quitar, pero regresa.
La ropa y mala postura
La ropa y una mala postura pueden deformar la figura: Verdadero.
El uso constante de prendas que aprietan el tejido puede dejar marcas en la piel de forma permanente.
Si pensamos, en la época de nuestras madres o abuelas, las mujeres tenían una cintura de avispa… y justamente se debía al uso de prendas que se amoldaban a esta zona del cuerpo sin marcarla.
En cambio, cuando se pusieron de moda los jeans tiro bajo, generaciones de mujeres perdieron su cintura justamente debido a la presión que generaban estas prendas a la altura de las caderas.
Pasa igual con la ropa interior o cualquier prenda que se ajuste a una parte del cuerpo y la deforme, dando resultados más notorias sobretodo en las personas que no son magras.
La única forma de quitar estos cúmulos de grasa y marcas en el tejido, es mediante tratamientos estéticos reductores y tonificantes, a la vez que se hace imprescindible el uso de fajas modeladoras y la eliminación de las prendas que causaron el daño.
Lo mismo sucede con una mala postura. Quien se pasa el día encorvado y con el abdomen salido hacia afuera, con el tiempo va a tener el abdomen abultado y la columna afectada.
La musculatura del abdomen va perdiendo el tono, lo mismo que la de la espalda y la estructura ósea sufre alteraciones.
La flacidez
El hacer ejercicio combate la flacidez: Falso o verdadero, dependiendo de qué tipo de flacidez estemos hablando.
Muchas personas confunden flacidez muscular con flacidez cutánea, y se internan en las salas de musculación intentando eliminar la flacidez en alguna parte de su cuerpo.
La falta de tono muscular si se elimina con el ejercicio adecuado, mientras que la flacidez de piel no.
Si bien esta puede verse mejorada cuando el volumen de la musculatura que se encuentra debajo aumenta y “rellena”, no se quita por completo y requiere de tratamientos anti flacidez específicos.
Es importante aclarar al paciente, que la contracción de la piel no es total, y el porcentaje de reducción de la flacidez varía según el caso, estado y tipo de piel de la persona.
Estos son algunos de los mitos y verdades que se suelen escuchar y que los pacientes comentan en el gabinete de estética.
Es importante aclarar todas las dudas y fundamentar las razones por las que una afirmación es verdadera o es falsa, para ir erradicando poco a poco creencias que no hacen más que complicar las cosas y demorar el acceso a un tratamiento efectivo.
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