Exfoliación Facial: Un Ritual Necesario para la Piel

La exfoliación facial es el método más eficaz para lograr obtener un cutis sano y sin impurezas. En la mayoría de los casos, podría resultar una tarea bastante difícil de mantener, incluso cuando es totalmente necesario, más aún si tenemos piel grasa o acné. Si este es tu caso; ¡La siguiente información es para vos!

Exfoliación facial: un ritual necesario para la piel

Uno de los grandes mitos en la industria estética es si todos necesitamos realizarnos exfoliaciones, y la respuesta es un sí absoluto. En todos los casos la frecuencia varía según el tipo de piel y la tolerancia, pero para todos es algo necesario; ya que además de eliminar las células muertas de la capa más superficial de la piel, favorece la renovación celular, mejora la oxigenación y devuelve a la piel su suavidad y luminosidad.

Exfoliación facial: ¿Cómo se utiliza?

El primer paso a mencionar es que la piel siempre debe estar húmeda, y así evitamos irritación, este paso viene seguido de nuestra rutina básica de limpieza. Con la piel mojada, aplicar una pequeña cantidad de producto y masajear el rostro con movimientos circulares. Una vez acabado, enjuagar el rostro con abundante agua para retirar cualquier resto del producto. Como último paso, aplicas tu crema hidratante habitual.

Beneficios de utilizar exfoliante facial

La exfoliación ayuda a mejorar la textura de la piel, dejándola suave y uniforme, despega las células muertas de la capa superficial de la dermis y ayuda a mantenerla oxigenada.

También permite que los productos que manejamos para tratamientos de la piel penetren mejor y cumplan más fácil su función.

Elimina las células muertas

Quizás sea el beneficio más esencial, ya que la acumulación excesiva de células muertas puede causar acné y opacidad en la piel. En algunos casos puede hacer que nuestro tipo de piel vaya cambiando, o en casos de piel seca, podría parecer que ésta se va descamando.

Antienvejecimiento

La importancia de la oxigenación celular en nuestro rostro es clave para evitar un rápido envejecimiento de éstas, al permitirle a la piel la circulación habitual de oxígeno, la producción de colágeno y elastina va a ser más sencilla, además de que nuestra crema antiage va a poder acceder mejor a nuestros poros.

Renueva tu piel

Basándonos en la eliminación de las células muertas, podemos ver como resultado una piel más brillante, sana y en algunos casos, hasta podría dar la impresión de estar mucho más tensa. Para las personas que lo hacen por primera vez, se dan cuenta de que su piel se ve mucho más limpia y clara.

Aliada en la depilación

En muchos casos, las personas que realizan tratamientos de depilación con cera o depilación definitiva, presentan problemas de foliculitis, para los cuales, la solución es más sana y efectiva es la exfoliación del área para liberar el folículo y permitir el adecuado crecimiento del vello.

Alista tu piel

Uno de los objetivos de la exfoliación facial es preparar la piel para la aplicación de productos que, según la recomendación de especialistas, beneficien a nuestro tipo de piel; tanto como hidratantes, antiages, antioxidantes, refrescantes, etc.

Exfoliación facial según el tipo de piel

Un paso importante es elegir el producto adecuado según las necesidades de tu piel, por eso, acá te dejamos ciertos criterios a tener en cuenta:

Seca

Para este tipo de piel, la exfoliación representa un punto clave en el tratamiento a seguir para ver mejoría. Se debe hacer una vez por semana, e inmediatamente aplicar crema hidratante para que la misma penetre de forma adecuada.

Normal – Mixta

En este caso, la exfoliación va dirigida a evitar la textura aceitosa en las áreas afectadas, tales como nariz, zonas en las mejillas, frente y barbilla, entre otras. De esta forma, prevenimos la acumulación excesiva de la misma que forma nuevos granos.

Oleosa con tendencia a acné

La obstrucción de poros en este tipo de piel, es mucho más frecuente que en las demás, por eso además de una buena exfoliación, debe acompañarse con limpiezas por parte de profesionales para evitar que la acumulación sea mucho peor.

Sensible

Para este tipo de piel, la exfoliación se recomienda cada dos semanas, ya que son pieles de fácil irritación. Seguido siempre de lociones refrescantes o geles de regeneración celular que ayuden a crear barreras de protección ante agentes externos. Estos siempre son recomendados por profesionales.

¿Cómo recomendar el mejor exfoliante facial en tu centro estético?

Siempre hay que tomar en cuenta el tipo de piel, tolerancia, cuidados en casa del paciente, y exposición a factores como el sol o el frío. Basándonos en estos parámetros, podemos ofrecer el producto clave. Recordemos siempre que cada caso es diferente y que todos los pacientes llevan un estilo de vida diverso.

Asesórate con especialistas

Antes de comprar, procura asesorarte con un especialista que conozca tu piel y rutina. A veces, por desconocimiento nos dejamos llevar por comerciales que señalan que algún producto en particular es para un caso específico (antienvejecimiento, luminosidad, etc.) Sin dejar en claro que no es para todo el mundo.

Identifica los distintos tipos de productos

De acuerdo a los requerimientos de cada tipo de piel, existen productos adecuados. Por ejemplo, para aquellas personas con abundante producción de grasa, existen tipos de geles limpiadores que ayudan a purificar la piel, regulan la producción de grasa y permite eliminar fácilmente los puntos negros. También existen productos a base de canela y miel con propiedades antibióticas y antiinflamatorias para aquellas personas con acné abundante.

Prueba cuales son más cómodos para tu tipo de piel

Tomando en cuenta la información que tenemos, sabemos que no todos tenemos el mismo tipo de piel ni la misma tolerancia. Para algunos, será más efectivo usar gel ya que su piel es más grasa; para otros, funcionan los productos de base oleosa para su rápida absorción. En estos casos, lo más recomendable siempre es consultar con especialistas.

Conclusión

La exfoliación facial es un tratamiento diseñado para todos los casos y para cada tipo de piel, desde la más acneíca y sensible, hasta la más seca y opaca. Para cada uno hay una rutina diferente, productos específicos y profesionales experimentados en todos los casos. Lo más importante es entender que tu cutis necesita un cuidado adecuado y sobre todo, mucha dedicación.