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La piel es el órgano más grande del cuerpo. Tiene un peso aproximado de 5kg por persona y requiere de una serie de cuidados para evitar que pierda su lozanía y juventud.
Este tejido recubre el cuerpo y lo protege de las temperaturas frías, calientes, agentes químicos, efectos de los rayos del sol y casi cualquier tipo de factores, pues este órgano está constantemente expuesto,las 24 horas, 365 días del año.
En este ámbito, son distintos y variados los tipos de tejidos que existen. Una de las más comunes es la piel sensible, la cual se debe proteger para evitar su deterioro, pues es necesario mantener ciertos cuidados para tratarla, así como emprender hábitos diarios para vivir con ella y mejorarla día a día.
En este artículo, conocerás qué se denomina pieles sensibles y cómo deben cuidarse, utilizando diferentes técnicas y beneficios que mejoran el tejido y la salud en general.
¿Cómo detectar pieles sensibles?
La piel se vuelve sensible al producirse una alteración en la homeostasis, lo que hace que el tejido cutáneo pierda agua, a través de una evaporación, generándose así una deshidratación y fuerte resequedad.
Asimismo, este tipo de pieles suelen experimentar perdida de lípidos y son más propensos a sufrir enrojecimientos e irritaciones, como consecuencia de la influencia de agentes externos.
Esta sensibilidad puede surgir de forma natural. Sin embargo, en la mayoría de los casos, esta condición aparece como consecuencia de:
- Una mala alimentación.
- Estrés.
- Alteraciones genéticas.
- Sobreexpocision a altas temperaturas como el frío o el sol.
- Consumo de ciertos alimentos que provocan alergias que afloran en la piel.
Síntomas propios de las pieles sensibles
Entre los síntomas de las pieles sensibles, destacan:
- Enrojecimientos.
- Irritaciones en la piel.
- Erupciones.
- Descamaciones.
- Picazón.
- Ardor.
- Pequeñas punzadas.
- Incapacidad para retener humedad.
Causas de la aparición de sensibilidad en la piel
Las causas para determinar a una piel como sensible pueden ser médicas o consecuencias de reacciones químicas, envejecimiento o alergias a otros productos.
Desde el punto de vista médico, existen varias enfermedades en la piel que pueden causar sensibilidad, como por ejemplo:
- Rosácea: Esta es una enfermedad crónica, que genera enrojecimiento y pequeños granos en el rostro. Para esta aflicción, no existen curas, pero puede controlarse con antibióticos y remedios que ayuden a reducir la irritación de la piel.
- Eczema: Esta es la otra alteración que puede producir piel sensible, que se caracteriza por generar inflamaciones y dotar de grosor al tejido, en zonas como los brazos y las rodillas.

Aunque no lo creas, tu ubicación geográfica es determinante para el estado del tejido. Tal es su impacto, que en las grandes ciudades del mundo, tu piel está mucho más expuesta a agentes contaminantes que pueden dañar tu piel, que en aquellas más rurales y menos pobladas.
Asimismo, actividades como el tabaquismo; excesivo uso de la calefacción; baños con agua muy caliente o usar ciertas telas, pueden traer como consecuencia una sensibilización de la piel.
Otra de las causas que han sido estipuladas por los dermatólogos para definir a una piel como sensible es la excesiva higiene, pues el uso abundante de jabón ayuda a eliminar la capa de grasa que protege la piel.
Los alimentos ricos en gluten, glucosa; lácteos y bebidas alcohólicas producen reacciones especiales en las pieles sensibles, debido a que la epidermis no es capaz de rechazar este tipo alimentos, lo que desencadena reacciones alérgicas.
Tipos de pieles sensibles
Existen 2 tipos de pieles sensibles:
- Piel sensible natural: Este tipo de piel tiende a secarse con facilidad, así como descamarse y enrojecerse.
- Piel sensible reactiva: Esta puede verse estropeada por cambios de temperatura, como el frío excesivo, el viento y el calor. Para prevenir sus efectos, las personas con este tipo de piel necesitan de cremas o lociones para hidratarla.
- Piel sensible reactiva: Esta puede verse estropeada por los cambios de temperatura como el excesivo frío, viento y calor. Las personas con este tipo de piel sensible deben aplicarse cremas o lociones que ayuden a hidratar su piel.
Seis consejos para cuidar y embellecer pieles sensibles

Son muchos los cuidados y técnicas que puedes implementar para cuidar y embellecer tu piel sensible. Entre ellas, podemos mencionar:
1. Lavar el rostro con agua micelar
El agua micelar es un producto ideal para pieles sensible, debido a que ayuda a eliminar todo tipo de impurezas, manchas, maquillaje acumulado, entre otras.
Asimismo, es una sustancia hipoalérgica, que no contiene perfume ni alcohol. Por otro lado, ayuda a evitar irritaciones y suavizar la piel, pues al remover impurezas, el rostro queda sin restos grasosos.
2. Evitar bañarse con agua caliente
Bañarse con temperaturas altas reseca la piel, pues esto afecta directamente a la bi-capa lípida del tejido, lo que lo lleva a perder su suavidad.
En estos casos, es importante usar cremas o lociones humectantes a base de vitamina E, una vez terminado el baño. También, es importante secarse suavemente con paños suaves y no frotar la piel fuerte, pues esto ayuda a generar irritación.
3. Hidratar bien la piel
Es necesario que hidrates bien la piel ingiriendo dos litros de agua diarios.
Además, como te mencionábamos anteriormente, el rostro debe hidratarse con cremas y productos ricos en nutrientes.
4. Tener una dieta balanceada
Es importante mantener una dieta balanceada, rica en frutas, verduras y alimentos llenos de antioxidantes y ácidos grasos, como el aguacate o almendras.
Cabe destacar que los alimentos con un alto contenido en zinc te ayudarán a evitar el enrojecimiento de la piel. Por otro lado, es importante evitar el consumo de carnes, mostaza y bebidas a base de cafeína, pues estos son alimentos ácidos y dañinos, que es bueno sustituir por peras, espinacas o semillas de girasol.

5. Reducir los niveles de estrés
Las situaciones de estrés y de ansiedad a las que te encuentras sometidos contribuyen a la irritación del órgano de la piel, generando enfermedades como dermatitis atópica, psoriasis, acné e, incluso, flacidez.
ello es importante llevar una vida tranquila, en conjunto con una rutina de cuidado la piel, hecha con los productos necesarios.
6.Protegerse de las altas temperaturas
Si estás en la playa o en lugares donde hay mucho sol, es importante proteger a tu piel con bloqueadores solares. Mientras mayor sea su grado de protección, mayores serán los beneficios que recaerán sobre tu piel.
Asimismo, si optas por ir a la montaña o un sitio donde abunde el frío, debes abrigarte bien, ya que, de lo contrario, la piel puede resecarse, irritarse o, incluso, ponerse flácida.
Las pieles sensibles deben tener una gran cantidad de cuidados, puesto que se encuentran propensas a sufrir todo tipo de daños. Por esta razón, es importante utilizar productos especializados, que ayuden a proteger cada una de sus capas.
Todas estas medidas que te hemos presentado hoy deben tomarse una vez que tengas la certeza de que tu piel es sensible, para poder contrarrestar los embates del tiempo que afectan este importante órgano.
Si cumples todas y cada una de las recomendaciones que estipulamos, lograrás mantener una piel mejor cuidada que, a pesar de ser sensible, puede lucir rejuvenecida y lozana, con un menor riesgo de sufrir lesiones difíciles de establecer.
En este ámbito, siempre debes acudir a un especialista en la materia, que te oriente acerca de los cuidados que necesitas para tu piel.
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