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El drenaje linfático consiste en realizar un masaje en la zona a tratar para activar el sistema de depuración y eliminación de toxinas, mejorando la circulación sanguínea y linfática de la zona.
Si bien este proceso no tiene altos riesgos, se debe estar entrenado de manera apropiada.
Hoy te enseñaremos cómo funcionan estos masajes y cuál es la táctica para aplicar un drenaje linfático facial efectivo.
¿Qué es el drenaje linfático facial?
En primer lugar, es necesario aclarar que el sistema linfático del cuerpo se encarga de arrastrar las moléculas que se acumulan en los tejidos de la piel, llevándolas al sistema venoso y a los órganos que depuran toxinas.
Por su parte, el drenaje linfático facial es un proceso en el que se masajea la piel manualmente, realizando una especie de bombeo sobre ella, con el fin de producir una ola de circulación no invasiva.
En sí, este se trata de movimientos suaves y lentos, que buscan eliminar las toxinas por vía natural en la zona facial, los ganglios profundos del cuello y la zona torácica.
Con el drenaje linfático facial puedes eliminar desechos de tu organismo. Por ende, es ideal para procesos post-operatorios y personas con retención de líquidos.
Para aplicar correctamente esta técnica es necesario realizar cursos de capacitación teóricos y prácticos. Ya que de la buena práctica surgen los buenos resultados.
El drenaje linfático facial puede usarse, por ejemplo, en pieles con problemas de acné o rosácea, puesto que su proceso de descongestión en la zona tratada resulta muy efectivo para aliviar este problema.
Sus efectos más buscados son:
- Atenuar las bolsas de los ojos y reducir ojeras.
- Eliminar los signos de cansancio.
- Descongestionar el rostro, favoreciendo el drenaje de líquidos.
- Mejorar la circulación de la sangre y los nutrientes.
- Reparar las células, desinflamar y mejorar el aspecto de la piel.
- Activar el sistema linfático y mantenerlo en buen estado.
Cabe destacar que la piel empieza a mejorar desde la primera sesión de drenaje y se la ve más fresca, renovada, joven, tersa y con un tono mas uniforme.
Por si fuera poco, el drenaje linfático facial es relajante, por lo que es una excelente técnica para tranquilizarte, eliminar el estrés, los nervios y la ansiedad.
¿Cuándo aplicar un drenaje linfático facial?
El drenaje puede aplicarse en patologías o problemas que provocan la retención de líquido linfático, el cual se manifiesta con inflamación en la zona afectada.
Estas eventualidades pueden darse por aspectos internos o externos del organismo, tales como:
Causas internas:
- Embarazo.
- Obesidad.
- Problemas en el sistema urinario.
- Factores hereditarios.
Causas Externas:
- Calor y humedad.
- Abuso de sal.
- Consumo de alcohol.
- Intervenciones quirúrgicas.
- Uso de ropa ajustada.
- Permanecer de pie o sentado durante un largo tiempo.
En general, los masajes de drenaje linfático son muy buenos para la salud y, en particular, el facial permite mejorar el estado de tu piel.
La linfa es un líquido natural, que está presente en el cuerpo y que procede de los tejidos. Su aspecto es casi incoloro, ya que está principalmente compuesto de agua, sales y proteínas.
Una vez realizado el masaje facial, se recomienda beber una gran cantidad de líquidos para ayudar al sistema renal a eliminar las toxinas por la orina.
Asimismo, si se aplican estos masajes luego de una operación, el dolor se verá reducido, gracias a que este tratamiento disminuye la inflamación, mejora la sensibilidad y flexibilidad de la piel.
Pasos para realizar un drenaje linfático facial efectivo.
Para realizar un drenaje linfático facial de manera adecuada es imperativo comenzar por una limpieza facial o, en su defecto, el tratamiento correspondiente al tipo de piel del paciente.
De igual forma, se deben aplicar técnicas de SPA previas al drenaje, las cuales deben cumplir con las siguientes especificaciones:
- La iluminación de la sala debe ser tenue.
- Debe aromatizarse con la fragancia elegida por el paciente.
- Es necesario que la camilla sea cómoda.
- Incorporar música relajante.
Masajes
Los tratamientos de drenaje linfático comienzan y terminan con un effleurage, término francés con el que se denominan los roces muy suaves, casi imperceptibles y que en quiromasaje se conocen como “pases neurocutáneos”. No son manipulaciones que drenan realmente, sino que suelen aplicarse como toma de contacto previo a la práctica del resto de las manipulaciones. Al final de cada sesión se vuelven a aplicar por la agradable sensación que producen.
En cada una de las partes del cuerpo, que deben ser tratadas con DML, se tienen en cuenta tres premisas básicas que hay que considerar antes de iniciar cualquier tratamiento. Estas son:
- Las zonas de tratamiento previo (Z.T.P): se trata de aquellas partes del cuerpo que hay que “vaciar” previamente para dejar vía libre a la linfa de la zona que vamos a tratar.
- Los límites o divisorias linfáticas: delimitan el territorio linfático de las diferentes partes del cuerpo que vamos a tratar con drenaje manual linfático DML.
- La vía de “desagüe” principal: la linfa de cada una de las partes del cuerpo sigue un camino determinado que va a desembocar a los ganglios regionales principales, que a su vez comunican con vasos linfáticos que llevan la linfa a planos más profundos, hasta que finalmente “desagua” en los grandes colectores linfáticos y de ahí a “Terminus”, punto de desembocadura final del sistema vascular linfático que lo comunica directamente con el torrente circulatorio sanguíneo.
En el caso de la zona de la cara, las premisas son:
- Z.T.P: Principalmente el cuello y ocasionalmente la nuca.
- Límites: Por arriba y a los lados: la divisoria interauricular, por lo que en la zona de la cara se incluye también la frente. Por abajo y a los lados: la zona linfática del cuello.
- Desagüe: Ganglios submaxilares, preauriculares y “profundo”.
La cara se trata únicamente con Círculos Fijos (CF ), pues es la manipulación que mejor se adapta a su morfología y a sus dimensiones. Los empujes serán fundamentalmente hacia los lados. La cara debe estar libre de impurezas. La drenaremos con sumo cuidado colocándonos en la cabecera de la camilla (detrás del paciente). Paso siguiente se inician los masajes:
- Effleurage Inicial: desde el centro de la cara hacia los lados, sobre el mentón, labios, mejillas y frente.
- Parte inferior de la cara: Aplicando CF, dividimos la cara en dos zonas horizontales separadas por la prolongación de la comisura de los labios.
Drenamos primero la parte inferior (parte inferior del labio inferior) y luego la superior (parte superior de labio superior), empujando con las cuatro yemas de los dedos con CF hacia el ángulo de la mandíbula en dos posiciones: una, más próxima a la línea media y otra más cercana al ángulo mandibular. A continuación debe colocarse al lado del paciente y realizar unos CF Profundos y Terminus.
- Nariz: Se recomienda sólo en casos de tratamientos post quirúrgicos, y consiste en drenar con CF realizados con las yemas de nuestros índices empujando o presionando su superficie hacia los lados en seis puntos.
La piel está muy adherida, por lo que poco se puede desplazar aquí. Así mismo tratamos la mucosa del tabique nasal y el interior de las alas de la nariz allí donde tengan acceso las yemas de nuestros dedos índice.
- Pómulos y mejillas: Esta zona es tratada mediante círculos fijos (CF) con los cuatro dedos apoyados sobre pómulos y mejillas en dos posiciones: una, de partida cruzando los pulgares a nivel del entrecejo y empujando en abanico con el resto de los dedos hacia abajo y hacia los lados y otra posición es un poco más inferior, en la que las yemas de los cuatro dedos contactan con la mandíbula y el mentón.
A continuación tratamos el suelo de la boca, con una serie de effleurage profundos y terminus.
- Ojos: En su tratamiento se debe advertir al paciente que debe mantener los ojos cerrados y si lleva lentes de contacto deberá quitárselos previamente. No tocar directamente el ojo ni las pestañas con los dedos.
a) Canal lagrimal: Aplicar CF con las yemas de los dedos índice (uno en cada ojo), empujando hacia los orificios nasales en varios puntos hasta llegar a la raíz nasal.
b)Órbita ocular: la tratamos con CF realizados con las yemas de los índices en siete puntos alrededor de ella. Los empujes son fundamentalmente hacia fuera (de medial a lateral).
c) La parte superior de la órbita: podrá tratarse directamente con la yema de los dedos índices, empujando en abanico hacia lateral en tres puntos. (Estas tres manipulaciones se emplean comúnmente para ciertos dolores de cabeza).
d) Hacemos resbalar la punta de los pulgares por la raíz de la nariz empujando la linfa hacia abajo, luego hacemos rodar los pulgares sobre su eje y a partir de ahí se presiona suavemente el párpado superior, desde dentro hacia afuera, basculando lentamente los pulgares.
e) El párpado superior lo podemos drenar con dos o tres dedos (yemas), empujando con CF hacia afuera y hacia abajo.
F) El párpado inferior se debe drenar con CF, apoyando todo el pulgar y empujando hacia los labios, a la vez que se debe hacer rodar ligeramente el pulgar sobre su eje longitudinal.
- Cejas y frente: Con movimientos CF, las manos y los cuatro dedos apoyados a cada lado se realiza un empuje hacia los laterales, en varias posiciones para abarcar toda la zona.
Finalmente el profesional debe colocarse al lado del paciente para realizar el drenaje final de todo lo empujado, debe comenzar con movimientos CF en la zona temporal y sienes, con los cuatro dedos apoyados, en dicha zona, empujando hacia terminus. Le sigue la manipulación en tijera, esta última consiste en bombear suavemente con los dedos índice totalmente apoyados en las sienes y el resto de las manos detrás de las orejas (zona de los ganglios preauriculares), los movimientos serán descendentes por el cuello hasta llegar a terminus.
Una vez que fue arrastrado el fluido a terminus se realiza el Efflurage Final.
Una vez recibido el tratamiento de drenaje en gabinete, es recomendable que el paciente opte por realizarse pseudo drenajes linfáticos, de manera domiciliaria.
Este es un proceso menos complicado y riguroso, que no genera molestias y solo necesita de un par de minutos para hacer efecto.
Para llevar a cabo este proceso, hay que tener en cuenta que los movimientos manuales deben ser lentos y no durar más de 4 segundos. Una vez entendido esto, se sigue el siguiente orden:
- Frente:
En esta zona de la cara se duele acumular la oleosidad de la transpiración proveniente del cuero cabelludo.
Para tratarla, coloca tus manos estiradas sobre la frente y presiona suavemente hacia las sienes.
- Orejas:
Para activar el sistema linfático de esta zona, presiona suavemente detrás de los lóbulos.
- Ojos:
Presiona bajo la bolsa de los ojos suavemente, usando el dedo anular.
Una vez hecho esto, despega el dedo sobre la piel y continúa el proceso hasta llegar a las sienes.
Debes repetir esta rutina cinco veces.
- Párpados:
Con el dedo índice, presiona la cavidad interna que se sitúa bajo las cejas y desliza hacia las sienes tres veces.
- Nariz y boca:
Presiona tres veces con los dedos en los huecos que se forman entre la nariz y la boca.
Luego de hacerlo, sube suavemente hacia las orejas.
- Barbilla:
Apoya tus dedos en el centro de la barbilla y con una ligera presión deslízalos formando su contorno.
Una vez concluido este proceso, lleva tus dedos hasta los lóbulos de las orejas.
Repite esta secuencia 3 veces.
- Cuello
Para finalizar tu drenaje linfático, presiona con la punta de los dedos la base del cuello, ubicado bajo la barbilla.
Al hacerlo, eliminarás la obstrucción en los ganglios linfáticos
Repite toda la serie 3 veces y, al terminar, limpia bien el rostro con agua templada. Después, aplica una crema humectante o tónico para la piel.
Espera dos o tres días para volver a hacer otra sesión.
Generalmente, se hace este proceso usando un gel frío con efecto vasoconstrictor, que hace que los resultados sean más efectivos.
Así, realizan un masaje que desinflama desde los pies hasta el abdomen.
Recomendaciones y precauciones
Al ser un tratamiento no invasivo, tiene pocas contraindicaciones.
Aun así, existen sus excepciones. Por ejemplo, si una mujer está embarazada o alguien se acaba de operar, es necesario esperar un tiempo prudencial antes de comenzar un tratamiento de drenaje linfático.
En ese mismo orden de ideas, no es recomendable para personas con problemas cardíacos, infecciones, sangrados, afecciones dérmicas o sinusitis.
Conclusión
Sea cual sea el caso, debes ser un profesional certificado para aplicar este tipo de tratamientos. Recomienda a tus pacientes complementar las sesiones con cuidados domiciliarios y consultas médicas con su doctor de cabecera, pues esto hará que el proceso sea totalmente exitoso.
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MUY BUENO GRACIAS